LAUDES - VISPERAS - COMPLETAS - OFICIO DE LECTURA
LAUDES - VISPERAS - COMPLETAS - OFICIO DE LECTURA
20 de enero de 2015VÍSPERASMARTES DE LA SEMANA II DEL TIEMPO ORDINARIODel martes II del SalterioFERIA INVOCACIÓN INICIAL V. Dios mío, ven en mi auxilio. R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya HIMNO Mentes cansadas, manos encallecidas, labriegos al fin de la jornada, jornaleros de tu viña, venimos, Padre, atardecidos de cansancio, agradecidos por la lucha, a recibir tu denario. Llenos de polvo, el alma hecha girones, romeros al filo de la tarde, peregrinos de tus montes, venimos, Padre, heridos por los desengaños, contentos por servir a tu mesa, a recibir tu denario. Hartos de todo, llenos de nada, sedientos al brocal de tus pozos y hambrientos de tu casa, venimos, Padre, el corazón entre tus brazos, la frente humilde de delitos, a recibir tu denario. Amén. SALMODIA Antífona 1: No podéis servir a Dios y al dinero. SALMO 48 - I VANIDAD DE LAS RIQUEZAS Oíd esto, todas las naciones, escuchadlo, habitantes del orbe: plebeyos y nobles, ricos y pobres; mi boca hablará sabiamente, y serán muy sensatas mis reflexiones; prestaré oído al proverbio y propondré mi problema al son de la cítara. ¿Por qué habré de temer los días aciagos, cuando me cerquen y me acechen los malvados, que confían en su opulencia y se jactan de sus inmensas riquezas, si nadie puede salvarse ni dar a Dios un rescate? Es tan caro el rescate de la vida, que nunca les bastará para vivir perpetuamente sin bajar a la fosa. Mirad: los sabios mueren, lo mismo que perecen los ignorantes y necios, y legan sus riquezas a extraños. El sepulcro es su morada perpetua y su casa de edad en edad, aunque hayan dado nombre a países. El hombre no perdura en la opulencia, sino que perece como los animales. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Antífona 1: No podéis servir a Dios y al dinero. Antífona 2: «Atesorad tesoros en el cielo», dice el Señor. SALMO 48 - II VANIDAD DE LAS RIQUEZAS Éste es el camino de los confiados, el destino de los hombres satisfechos: son un rebaño para el abismo, la muerte es su pastor, y bajan derechos a la tumba; se desvanece su figura y el abismo es su casa. Pero a mí, Dios me salva, me saca de las garras del abismo y me lleva consigo. No te preocupes si se enriquece un hombre y aumenta el fasto de su casa: cuando muera, no se llevará nada, su fasto no bajará con él. Aunque en vida se felicitaba: «Ponderan lo bien que lo pasas», irá a reunirse con sus antepasados, que no verán nunca la luz. El hombre rico e inconsciente es como un animal que perece. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Antífona 2: «Atesorad tesoros en el cielo», dice el Señor. Antífona 3: Digno es el Cordero degollado de recibir el honor y la gloria. CÁNTICO: APOCALIPSIS 4,11; 5, 9-10. 12 HIMNO A DIOS CREADOR Eres digno, Señor Dios nuestro, de recibir la gloria, el honor y el poder, porque tú has creado el universo; porque por tu voluntad lo que no existía fue creado. Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos, porque fuiste degollado y por tu sangre compraste para Dios hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación; y has hecho de ellos para nuestro Dios un reino de sacerdotes y reinan sobre la tierra. Digno es el cordero degollado de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría, la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Antífona 3: Digno es el Cordero degollado de recibir el honor y la gloria. LECTURA BREVE Romanos 3, 23-25a Todos pecaron y se hallan privados de la gloria de Dios; son justificados gratuitamente, mediante la gracia de Cristo, en virtud de la redención realizada en él, a quien Dios ha propuesto como instrumento de propiciación. RESPONSORIO BREVE V. Me saciarás de gozo en tu presencia, Señor. R. Me saciarás de gozo en tu presencia, Señor. V. De alegría perpetua a tu derecha. R. En tu presencia, Señor. V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R. Me saciarás de gozo en tu presencia, Señor. CÁNTICO EVANGÉLICO Antífona: Haz, Señor, obras grandes por nosotros, porque tú eres poderoso y tu nombre es santo. LUCAS 1, 46-55 CÁNTICO DE MARÍA. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia como lo había prometido a nuestros padres en favor de Abrahán y su descendencia por siempre. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Antífona: Haz, Señor, obras grandes por nosotros, porque tú eres poderoso y tu nombre es santo. PRECES Alabemos a Cristo, pastor y obispo de nuestras vidas, que vela siempre con amor por su pueblo, y digámosle suplicantes: Protege, Señor, a tu pueblo. Pastor eterno, protege a nuestro obispo N. y a todos los pastores de la Iglesia. Mira con bondad a los que sufren persecución y líbralos de todas sus angustias. Compadécete de los pobres y necesitados y da pan a los hambrientos. Ilumina a los que tienen la misión de gobernar a los pueblos y dales sabiduría y prudencia. Se pueden añadir algunas intenciones libres. No olvides, Señor, a los difuntos redimidos por tu sangre y admítelos en el festín de las bodas eternas. Unidos fraternalmente como hermanos de una misma familia, invoquemos al Padre común: Padre nuestro que estás en los cielos santificado sea tu nombre venga a nosotros tu reino hagase tu voluntad asi en la tierra como en el cielo el pan nuestro de cada día danoslo hoy y perdonanos nuestras deudas así como nosotros perdonamos a nuestros deudores y no nos dejes caer en la tentación mas líbranos del mal. ORACIÓN Señor Jesucristo, luz verdadera que alumbras a todo hombre y le muestras el camino de la salvación, concédenos la abundancia de tu fuerza, para que preparemos delante de ti caminos de justicia y de paz. Tú que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo y eres Dios , por los siglos de los siglos. Amén. CONCLUSIÓN V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R. Amén. |
LAUDES - VISPERAS - COMPLETAS - OFICIO DE LECTURA
20 de enero de 2015COMPLETASORACIÓN ANTES DEL DESCANSO NOCTURNO EN EL MARTES DE LA SEMANA II DEL TIEMPO ORDINARIOINVOCACIÓN INICIALV. Dios mío, ven en mi auxilio. R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya EXAMEN DE CONCIENCIA Hermanos, habiendo llegado al final de esta jornada que Dios nos ha concedido, reconozcamos sinceramente nuestros pecados. Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante vosotros, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión: por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a vosotros, hermanos, que intercedáis por mí ante Dios, nuestro Señor. V. El Señor todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. R. Amén. HIMNO Cristo, Señor de la noche, que disipas las tinieblas: mientras los cuerpos reposan, se tú nuestro centinela. Después de tanta fatiga, depués de tanta dureza, acógenos en tus brazos y danos noche serena. Si nuestros ojos se duermen, que el alma esté siempre en vela; en paz cierra nuestros párpados para que cesen las penas. Y que al despuntar el alba, otra vez con fuerzas nuevas, te demos gracias, oh Cristo, por la vida que comienza. Amén. SALMODIA Antífona 1: No me escondas tu rostro, ya que confío en ti. SALMO 142,1-11 ORACIÓN Y SÚPLICA ANTE LA ANGUSTIA Señor, escucha mi oración; tú que eres fiel, atiende a mi súplica; tú que eres justo, escúchame. No llames a juicio a tu siervo, pues ningún hombre vivo es inocente frente a ti. El enemigo me pesigue a muerte, empuja mi vida al sepulcro, me confina a las tinieblas como a los muertos ya olvidados. Mi aliento desfallece, mi corazón dentro de mí está yerto. Recuerdo los tiempos antiguos, medito todas tus acciones, considero las obras de tus manos y extiendo mis brazos hacia ti: tengo sed de ti como tierra reseca. Escúchame en seguida, Señor, que me falta el aliento. No me escondas tu rostro, igual que a los que bajan a la fosa. En la mañana hazme escuchar tu gracia, ya que confío en ti; indícame el camino que he de seguir, pues levanto mi alma a ti. Líbrame del enemigo, Señor, que me refugio en ti. Enséñame a cumplir tu voluntad, ya que tu eres mi Dios. Tu espíritu que es bueno, me guíe por tierra llana. Por tu nombre, Señor, consérvame vivo; por tu clemencia, sácame de la angustia. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén Antífona 1: No me escondas tu rostro, ya que confío en ti. LECTURA BREVE 1 Pedro 5, 8-9 Sed sobrios, estad despiertos, vuestro enemigo, el diablo, como león rugiente, ronda buscando a quien devorar; resistidle, firmes en la fe. RESPONSORIO BREVE V. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. V. Tú, el Dios leal, nos librarás. R. Te encomiendo mi espíritu. V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. CÁNTICO EVANGÉLICO Antífona: Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz. CANTICO DE SIMEÓN. LC 2, 29-32 CRISTO, LUZ DE LAS NACIONES Y GLORIA DE ISRAEL Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz, porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Antífona: Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz. ORACIÓN Ilumina, Señor, nuestra noche y concédenos un descanso tranquilo; que mañana nos levantemos en tu nombre y podamos contemplar, con salud y gozo, el clarear del nuevo día. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. BENDICIÓN V.El Señor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una santa muerte. R.Amén. ANTIFONA FINAL DE LA SANTISIMA VIRGEN Se termina con una de las antífonas de la Santísima Virgen que se presentan a continuación, o con algún otro canto debidamente aprobado. Bajo tu amparo nos acogemos Madre del Redentor, virgen fecunda Salve, Reina de los cielos Dios te salve, Reina y Madre de misericordia Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva, a ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos, y después de este destierro muestranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María! |
LAUDES - VISPERAS - COMPLETAS - OFICIO DE LECTURA
20 de enero de 2015OFICIO DE LECTURAMARTES DE LA SEMANA II DEL TIEMPO ORDINARIODel martes II del SalterioFERIA INVOCACIÓN INICIAL Si el Oficio de Lectura es la primera oración del día:
V. Señor, abre mis labios R. Y mi boca proclamará tu alabanza. Se añade el Salmo del Invitatorio con la siguiente antífona: Antífona: Al Señor, al Dios grande, venid, adorémosle. [ver salmo] [no ver salmo] Si antes del Oficio de lectura se ha rezado ya alguna otra Hora: V. Dios mío, ven en mi auxilio R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya. HIMNO Se puede tomar de Laudes o de Vísperas, según el momento del día en que se rece el Oficio de lectura, o bien: ¡Espada de dos filos es, Señor, tu palabra! Penetra como fuego y divide la entraña ¡Nada como tu voz, es terrible tu espada! ¡Nada como tu aliento, es dulce tu palabra! Tenemos que vivir encendida la lámpara, que para virgen necia no es posible la entrada. No basta con gritar sólo palabras vanas, no tocar a la puerta cuando ya está cerrada. Espada de dos filos que me cercena el alma, que hiere a sangre y fuego esta carne mimada, que mata los ardores para encender la gracia. Vivir de tus incendios, luchar por tus batallas, dejar por los caminos rumor de tus sandalias. ¡Espada de dos filos es, Señor, tu palabra! Amén. SALMODIA Antífona 1: Encomienda tu camino al Señor, y él actuará.SALMO 36 - I LA VERDADERA Y LA FALSA FELICIDAD No te exasperes por los malvados, no envidies a los que obran el mal: se secarán pronto, como la hierba, como el césped verde se agostarán. Confía en el Señor y haz el bien, habita tu tierra y practica la lealtad; sea el Señor tu delicia, y él te dará lo que pide tu corazón. Encomienda tu camino al Señor, confía en él, y él actuará: hará tu justicia como el amanecer, tu derecho como el mediodía. Descansa en el Señor y espera en él, no te exasperes por el hombre que triunfa empleando la intriga: cohíbe la ira, reprime el coraje, no te exasperes, no sea que obres mal; porque los que obran mal son excluidos, pero los que esperan en el Señor poseerán la tierra. Aguarda un momento: desapareció el malvado, fíjate en su sitio: ya no está; en cambio, los sufridos poseen la tierra y disfrutan de paz abundante. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Antífona 1: Encomienda tu camino al Señor, y él actuará. Antífona 2: Apártate del mal y haz el bien; al honrado lo sostiene el Señor. SALMO 36 - II LA VERDADERA Y LA FALSA FELICIDAD El malvado intriga contra el justo, rechina sus dientes contra él; pero el Señor se ríe de él, porque ve que le llega su hora. Los malvados desenvainan la espada, asestan el arco, para abatir a los pobres y humildes, para asesinar a los honrados; pero su espada les atravesará el corazón, sus arcos se romperán. Mejor es ser honrado con poco que ser malvado en la opulencia; pues al malvado se le romperán los brazos, pero al honrado lo sostiene el Señor. El Señor vela por los días de los buenos, y su herencia durará siempre; no se agotarán en tiempo de sequía, en tiempo de hambre se saciarán; pero los malvados perecerán, los enemigos del Señor se marchitarán como la belleza de un prado, en humo se disiparán. El malvado pide prestado y no devuelve, el justo se compadece y perdona. Los que el Señor bendice poseen la tierra, los que él maldice son excluidos. El Señor asegura los pasos del hombre, se complace en sus caminos; si tropieza, no caerá, porque el Señor lo tiene de la mano. Fui joven, ya soy viejo: nunca he visto a un justo abandonado, ni a su linaje mendigando el pan. A diario se compadece y da prestado; bendita será su descendencia. Apártate del mal y haz el bien, y siempre tendrás una casa; porque el Señor ama la justicia y no abandona a sus fieles. Los inicuos son exterminados, la estirpe de los malvados se extinguirá; pero los justos poseen la tierra, la habitarán por siempre jamás. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Antífona 2: Apártate del mal y haz el bien; al honrado lo sostiene el Señor. Antífona 3: Confía en el Señor y sigue su camino. SALMO 36 - III LA VERDADERA Y LA FALSA FELICIDAD La boca del justo expone la sabiduría, su lengua explica el derecho; porque lleva en el corazón la ley de su Dios, y sus pasos no vacilan. El malvado espía al justo e intenta darle muerte; pero el Señor no lo entrega en sus manos, no deja que lo condenen en el juicio. Confía en el Señor, sigue su camino; él te levantará a poseer la tierra, y verás la expulsión de los malvados. Vi a un malvado que se jactaba, que prosperaba como un cedro frondoso; volví a pasar, y ya no estaba; lo busqué, y no lo encontré. Observa al honrado, fíjate en el bueno: su porvenir es la paz; los impíos serán totalmente aniquilados, el porvenir de los malvados quedará truncado. El Señor es quien salva a los justos, él es su alcázar en el peligro; el Señor los protege y los libra, los libra de los malvados y los salva porque se acogen a él. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Antífona 3: Confía en el Señor y sigue su camino. VERSÍCULO V. Enséñame, Señor, a gustar y a comprender. R. Porque me fío de tus mandatos. PRIMERA LECTURA De la carta a los Romanos 5, 12-21 EL VIEJO Y EL NUEVO ADÁN Hermanos: Así como por un solo hombre entró el pecado en el mundo y, por el pecado, la muerte, y, de este modo, la muerte pasó a todos los hombres, dado que todos han pecado... (Porque ya antes de la promulgación de la ley existía el pecado en el mundo, y sin embargo no puede imputarse pecado si no hay ley; vemos, empero, que, de hecho, la muerte reinó ya desde Adán a Moisés sobre todos los que pecaron, aun cuando su transgresión no fue en las mismas condiciones en que pecó Adán, el cual era figura del que había de venir. Sin embargo, con el don no sucedió como con el delito, pues, si por el delito de uno solo murió la multitud, ¡con cuánta mayor profusión, por la gracia de un solo hombre, Jesucristo, se derramó sobre todos la bondad y el don de Dios! Ni fueron los efectos de este don como los efectos del pecado de aquel único hombre que pecó, porque la sentencia que llevó a la condenación vino por uno solo, en cambio, el don, partiendo de muchas transgresiones, lleva a la justificación.) ...Así pues (decía), si, por la falta de uno solo, la muerte estableció su reinado, también, con mucha mayor razón, por causa de uno solo, de Jesucristo, reinarán en la vida los que reciben la sobreabundancia de la gracia y el don de la justificación. Por consiguiente, así como el delito de uno solo atrajo sobre todos los hombres la condenación, así también la obra de justicia de uno solo procura a todos la justificación que da la vida. Y como por la desobediencia de un solo hombre todos los demás quedaron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno solo todos quedarán constituidos justos. La ley, ciertamente, fue ocasión de que se multiplicasen los delitos, pero donde abundó el pecado sobreabundó la gracia, para que así como reinó el pecado produciendo la muerte, así también reine la gracia dándonos vida eterna por Jesucristo, Señor nuestro. RESPONSORIO R. Donde abundó el pecado sobreabundó la gracia, * para que así como reinó el pecado produciendo la muerte, así también reine la gracia dándonos vida eterna. V. Como por la desobediencia de un solo hombre todos los demás quedaron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno solo todos quedarán constituidos justos. R. Para que así como reinó el pecado produciendo la muerte, así también reine la gracia dándonos vida eterna. SEGUNDA LECTURA De la carta de san Clemente primero, papa, a los Corintios (Caps. 49-50: Funk 1,123-125) ¿QUIÉN SERÁ CAPAZ DE EXPLICAR EL VÍNCULO DEL AMOR DIVINO? El que posee el amor de Cristo que cumpla sus mandamientos. ¿Quién será capaz de explicar debidamente el vínculo que el amor divino establece? ¿Quién podrá dar cuenta de la grandeza de su hermosura? El amor nos eleva hasta unas alturas inefables. El amor nos une a Dios, el amor cubre la multitud de los pecados, el amor lo aguanta todo, lo soporta todo con paciencia; nada sórdido ni altanero hay en él; el amor no admite divisiones, no promueve discordias, sino que lo hace todo en la concordia; en el amor hallan su perfección todos los elegidos de Dios, y sin él nada es grato a Dios. En el amor nos acogió el Señor: por su amor hacia nosotros, nuestro Señor Jesucristo, cumpliendo la voluntad del Padre, dio su sangre por nosotros, su carne por nuestra carne, su vida por nuestras vidas. Ya veis, amados hermanos, cuán grande y admirable es el amor y cómo es inenarrable su perfección. Nadie es capaz de practicarlo adecuadamente, si Dios no le otorga este don. Oremos, por tanto, e imploremos la misericordia divina, para que sepamos practicar sin tacha el amor, libres de toda parcialidad humana. Todas las generaciones anteriores, desde Adán hasta nuestros días, han pasado; pero los que por gracia de Dios han sido perfectos en el amor obtienen el lugar destinado a los justos y se manifiesta en el día de la visita del reino de Cristo. Porque está escrito: Anda, pueblo mío, entra en los aposentos y cierra la puerta por dentro; escóndete un breve instante mientras pasa la cólera; y me acordaré del día bueno y os haré salir de vuestros sepulcros. Dichosos nosotros, amados hermanos, si cumplimos los mandatos del Señor en la concordia del amor, porque este amor nos obtendrá el perdón de los pecados. Está escrito: Dichoso el que está absuelto de su culpa, a quien le han sepultado su pecado; dichoso el hombre a quien el Señor no le apunta el delito y en cuyo espíritu no hay falsedad. Esta proclamación de felicidad atañe a los que, por Jesucristo nuestro Señor, han sido elegidos por Dios, al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén. RESPONSORIO R. Nosotros hemos creído en el amor que Dios nos tiene; * Dios es amor y quien permanece en el amor permanece en Dios, y Dios en él. V. Amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios. R. Dios es amor y quien permanece en el amor permanece en Dios, y Dios en él. ORACIÓN Dios todopoderoso y eterno, que gobiernas a un tiempo cielo y tierra, escucha paternalmente las súplicas de tu pueblo y haz que los días de nuestra vida transcurran en tu paz. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén. CONCLUSIÓN V. Bendigamos al Señor. R. Demos gracias a Dios. |