Liturgia de la Horas

LAUDES - VISPERAS - COMPLETAS - OFICIO DE LECTURA

7 de febrero de 2015



LAUDES

SÁBADO DE LA SEMANA IV DEL TIEMPO ORDINARIO

Del sábado IV del Salterio
FERIA
INVOCACIÓN INICIAL

V. Señor, abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza.

INVITATORIO

Antífona: Escuchemos la voz del Señor y entremos en su descanso.

SALMO 94
INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.

Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.

Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.

Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.

Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona: Escuchemos la voz del Señor y entremos en su descanso.

HIMNO

Dador de luz espléndido
A cuya luz serena,
Pasada ya la noche,
El día se despliega.

Mensajero de luz
que de luz centellea,
no es del alba el lucero:
eres tú, Luz de veras,

más brillante que el sol,
todo luz y pureza;
enciende nuestro pecho,
alumbra el alma nuestra.

Ven, Autor de la vida,
prez de la luz paterna,
sin cuya gracia el cuerpo
se sobresalta y tiembla.

A Cristo, rey piadoso,
y al Padre gloria eterna,
y por todos los siglos
al Espíritu sea. Amén.


SALMODIA

Antífona 1: Es bueno tocar para tu nombre, oh Altísimo, y proclamar por la mañana tu misericordia.

SALMO 91
ALABANZA A DIOS QUE CON SABIDURÍA Y JUSTICIA DIRIGE LA VIDA DE LOS HOMBRES
Es bueno dar gracias al Señor
y tocar para tu nombre, oh Altísimo,
proclamar por la mañana tu misericordia
y de noche tu fidelidad,
con arpas de diez cuerdas y laúdes,
sobre arpegios de cítaras.

Tus acciones, Señor, son mi alegría,
y mi júbilo, las obras de tus manos.
¡Qué magníficas son tus obras, Señor,
qué profundos tus designios!
El ignorante no los entiende
ni el necio se da cuenta.

Aunque germinen como hierba los malvados
y florezcan los malhechores,
serán destruidos para siempre.
Tú, en cambio, Señor,
eres excelso por los siglos.

Porque tus enemigos, Señor, perecerán,
los malhechores serán dispersados;
pero a mí me das la fuerza de un búfalo
y me unges con aceite nuevo.
Mis ojos despreciarán a mis enemigos,
mis oídos escucharán su derrota.

El justo crecerá como una palmera,
se alzará como un cedro del Líbano:
plantado en la casa del Señor,
crecerá en los atrios de nuestro Dios;

en la vejez seguirá dando fruto
y estará lozano y frondoso,
para proclamar que el Señor es justo,
que en mi Roca no existe la maldad.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén. 

Antífona 1: Es bueno tocar para tu nombre, oh Altísimo, y proclamar por la mañana tu misericordia.

Antífona 2: Os daré un corazón nuevo, y os infundiré un espíritu nuevo.

CÁNTICO: EZEQUIEL 36, 24-28
DIOS RENOVARÁ A SU PUEBLO
Os recogeré de entre las naciones, 
os reuniré de todos los países, 
y os llevaré a vuestra tierra.

Derramaré sobre vosotros un agua pura 
que os purificará:
de todas vuestras inmundicias e idolatrías
os he de purificar;
y os daré un corazón nuevo,
y os infundiré un espíritu nuevo;
arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra,
y os daré un corazón de carne.

Os infundiré mi espíritu, 
y haré que caminéis según mis preceptos,
y que guardéis y cumpláis mis mandatos.

Y habitaréis en la tierra que di a vuestros padres,
Vosotros seréis mi pueblo,
y yo seré vuestro Dios.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 2: Os daré un corazón nuevo, y os infundiré un espíritu nuevo.

Antífona 3: De la boca de los niños de pecho, Señor, has sacado una alabanza.

SALMO 8
MAJESTAD DEL SEÑOR Y DIGNIDAD DEL HOMBRE
Señor, dueño nuestro,
¡qué admirable es tu nombre
en toda la tierra!

Ensalzaste tu majestad sobre los cielos.
De la boca de los niños de pecho
has sacado una alabanza contra tus enemigos,
para reprimir al adversario y al rebelde. 

Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos,
la luna y las estrellas que has creado,
¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él, 
el ser humano, para darle poder?

Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad,
le diste el mando sobre las obras de tus manos,
todo lo sometiste bajo sus pies:

rebaños de ovejas y toros,         
y hasta las bestias del campo,
las aves del cielo, los peces del mar,
que trazan sendas por el mar.

Señor, dueño nuestro,
¡qué admirable es tu nombre
en toda la tierra!

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén. 

Antífona 3: De la boca de los niños de pecho, Señor, has sacado una alabanza.

LECTURA BREVE

2 Pedro 3, 13-15a
Nosotros, confiados en la promesa del Señor, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva en que habite la justicia. Por tanto, queridos hermanos, mientras esperáis estos acontecimientos, procurad que Dios os encuentre en paz con él, inmaculados e irreprochables. Considerad que la paciencia de Dios es nuestra salvación.

RESPONSORIO BREVE

V. Te aclamarán mis labios, Señor, cuando salmodie para ti.
R. Te aclamarán mis labios, Señor, cuando salmodie para ti.
V. Mi lengua recitará tu auxilio.
R. Cuando salmodie para ti.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. 
R. Te aclamarán mis labios, Señor, cuando salmodie para ti.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Antífona: Guía nuestros pasos, Dios de Israel, por el camino de la paz.

LUCAS 1, 68-79
CÁNTICO DE ZACARÍAS. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR

Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:

Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.

Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.

Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Antífona: Guía nuestros pasos, Dios de Israel, por el camino de la paz.

PRECES

Adoremos a Dios, que por su Hijo ha dado vida y esperanza al mundo, y supliquémosle, diciendo: 

Escúchanos, Señor.

Señor, Padre de todos, que nos has hecho llegar al comienzo de este día 
–haz que toda nuestra vida, unida a la de Cristo, sea alabanza de tu gloria.

Que vivamos siempre arraigados en la fe, esperanza y caridad
–que tú mismo has infundido en nuestras almas. 

Haz que nuestros ojos estén siempre levantados hacia ti,
–para que respondamos con presteza a tus llamadas.

Defiéndenos de los engaños y seducciones del mal,
–y preserva nuestros pasos de todo pecado. 

Se pueden añadir algunas intenciones libres.

Contentos por sabernos hijos de Dios, digamos a nuestro Padre:  

Padre nuestro
que estás en los cielos
santificado sea tu nombre
venga a nosotros tu reino
hagase tu voluntad
asi en la tierra como en el cielo
el pan nuestro de cada día 
danoslo hoy
y perdonanos nuestras deudas
así como nosotros perdonamos
a nuestros deudores
y no nos dejes caer en la tentación 
mas líbranos del mal.


ORACIÓN

Dios todopoderoso y eterno, luz esplendente y día sin ocaso, al volver a comenzar un nuevo día, te pedimos que nos visites con el esplendor de tu luz y disipes así las tinieblas de nuestros pecados. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

CONCLUSIÓN

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

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7 de febrero de 2015



I VÍSPERAS

V DOMINGO ORDINARIO

Del Domingo I del Salterio

FERIA
INVOCACIÓN INICIAL

V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya

HIMNO

Los pueblos que marchan y luchan , 
con firme tesón 
aclamen al Dios de la vida. 
Cantemos hosanna que viene el Señor. 

Agiten laureles y olivos, 
es Pascua de Dios, 
mayores y niños repitan: 
“Cantemos hosanna que viene el Señor.” 

Jesús victorioso y presente 
ofrece su don 
a todos los justos del mundo. 
Cantemos hosanna que viene el Señor. 

Resuenen en todo camino 
de paz y de amor 
alegres canciones que digan: 
“Cantemos hosanna que viene el Señor.” 

Que Dios, Padre nuestro amoroso, 
el Hijo y su Don 
a todos protejan y acojan. 
Cantemos hosanna que viene el Señor. 

Amén. 


SALMODIA

Antífona 1: Suba mi oración, Señor, como incienso en tu presencia.

SALMO 140, 1-9
ORACIÓN ANTE EL PELIGRO
Señor, te estoy llamando, ven de prisa,
escucha mi voz cuando te llamo.
Suba mi oración como incienso en tu presencia,
el alzar de mis manos como ofrenda de la tarde.

Coloca, Señor, una guardia en mi boca,
un centinela a la puerta de mis labios;
no dejes inclinarse mi corazón a la maldad,
a cometer crímenes y delitos;
ni que con los hombres malvados
participe en banquetes.

Que el justo me golpee, que el bueno me reprenda,
pero que el ungüento del impío no perfume mi cabeza;
yo seguiré rezando en sus desgracias.

Sus jefes cayeron despeñados,
aunque escucharon mis palabras amables;
como una piedra de molino, rota por tierra,
están esparcidos nuestros huesos a la boca de la tumba.

Señor, mis ojos están vueltos a ti,
en ti me refugio, no me dejes indefenso;
guárdame del lazo que me han tendido,
de la trampa de los malhechores.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 1: Suba mi oración, Señor, como incienso en tu presencia.

Antífona 2: Tú eres mi refugio y mi heredad, Señor, en el país de la vida.

SALMO 141
ORACIÓN DEL HOMBRE ABANDONADO: TÚ ERES MI REFUGIO

A voz en grito clamo al Señor,
a voz en grito suplico al Señor;
desahogo ante él mis afanes,
expongo ante él mi angustia,
mientras me va faltando el aliento.

Pero tú conoces mis senderos,
y que en el camino por donde avanzo
me han escondido una trampa.

Mira a la derecha, fíjate: 
nadie me hace caso;
no tengo adónde huir,
nadie mira por mi vida. 

A ti grito, Señor;
te digo: «Tú eres mi refugio
y mi heredad en el país de la vida.»

Atiende a mis clamores,
que estoy agotado;
líbrame de mis perseguidores,
que son más fuertes que yo. 

Sácame de la prisión,
y daré gracias a tu nombre:
me rodearán los justos
cuando me devuelvas tu favor.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 2: Tú eres mi refugio y mi heredad, Señor, en el país de la vida.

Antífona 3: El Señor Jesús se rebajó, y por eso Dios lo levantó sobre todo por los siglos de los siglos.

CÁNTICO:   FILIPENSES 2, 6-11   
CRISTO, SIERVO DE DIOS, EN SU MISTERIO PASCUAL 
Cristo, a pesar de su condición divina,
no hizo alarde de su categoría de Dios;
al contrario, se despojó de su rango
y tomó la condición de esclavo,
pasando por uno de tantos.

Y así, actuando como un hombre cualquiera, 
se rebajó hasta someterse incluso a la muerte,
y una muerte de cruz. 

Por eso Dios lo levantó sobre todo
y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»;
de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble 
en el cielo, en la tierra, en el abismo,
y toda lengua proclame:
Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 3: El Señor Jesús se rebajó, y por eso Dios lo levantó sobre todo por los siglos de los siglos.

LECTURA BREVE

Romanos 11, 33-36
¡Qué abismo de generosidad, de sabiduría y de conocimiento, el de Dios! ¡Qué insondables sus decisiones y qué irrastreables sus caminos! ¿Quién conoció la mente del Señor? ¿Quién fue su consejero? ¿Quién le ha dado primero, para que él le devuelva? Él es el origen, guía y meta del universo. A él la gloria por los siglos. Amén.

RESPONSORIO BREVE

V. Cuántas son tus obras, Señor.
R. Cuántas son tus obras, Señor.
V. Y todas las hiciste con sabiduría.
R. Tus obras, Señor.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Cuántas son tus obras, Señor.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Antífona: Sed como la luz que alumbra a todos los que están en la casa.

LUCAS 1, 46-55
CÁNTICO DE MARÍA. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
como lo había prometido a nuestros padres
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona: Sed como la luz que alumbra a todos los que están en la casa.

PRECES

Glorifiquemos a Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, y supliquémosle, diciendo:

Escucha a tu pueblo, Señor.

Padre todo poderoso, haz que florezca en la tierra la justicia
–y que tu pueblo se alegre en la paz.

Que todos los pueblos entren a formar parte de tu reino,
–y obtengan así la salvación.

Que los esposos cumplan tu voluntad, vivan en concordia
–y sean siempre fieles a su mutuo amor.

Recompensa, Señor, a nuestros bienhechores
–y concédeles la vida eterna.

Se pueden añadir algunas intenciones libres.

Acoge con amor la los que han muerto victimas del odio, de la violencia o de la guerra 
–y dales el descanso eterno.

Movidos por el Espíritu Santo, dirijamos al Padre la oración que nos enseñó el Señor: 

Padre nuestro
que estás en los cielos
santificado sea tu nombre
venga a nosotros tu reino
hagase tu voluntad
asi en la tierra como en el cielo
el pan nuestro de cada día 
danoslo hoy
y perdonanos nuestras deudas
así como nosotros perdonamos
a nuestros deudores
y no nos dejes caer en la tentación 
mas líbranos del mal.


ORACIÓN

Señor, protege a tu pueblo con tu amor siempre fiel y, ya que sólo en ti hemos puesto nuestra esperanza, defiéndenos siempre con tu poder. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén

CONCLUSIÓN

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

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7 de febrero de 2015



COMPLETAS

ORACIÓN ANTES DEL DESCANSO NOCTURNO DESPUÉS DE LAS I VÍSPERAS DEL DOMINGO

INVOCACIÓN INICIAL

V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya

EXAMEN DE CONCIENCIA

Hermanos, habiendo llegado al final de esta jornada que Dios nos ha concedido, reconozcamos sinceramente nuestros pecados.

Yo confieso ante Dios todopoderoso
y ante vosotros, hermanos,
que he pecado mucho
de pensamiento, palabra, obra y omisión:
por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.

Por eso ruego a santa María, siempre Virgen,
a los ángeles, a los santos y a vosotros, hermanos,
que intercedáis por mí ante Dios, nuestro Señor.

V. El Señor todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

HIMNO

Cristo, Señor de la noche,
que disipas las tinieblas:
mientras los cuerpos reposan,
se tú nuestro centinela.

Después de tanta fatiga,
depués de tanta dureza, 
acógenos en tus brazos 
y danos noche serena.

Si nuestros ojos se duermen,
que el alma esté siempre en vela;
en paz cierra nuestros párpados
para que cesen las penas.

Y que al despuntar el alba,
otra vez con fuerzas nuevas,
te demos gracias, oh Cristo,
por la vida que comienza. Amén.


SALMODIA

Antífona 1: Ten piedad de mí, Señor, y escucha mi oración.

SALMO 4
ACCIÓN DE GRACIAS
Escúchame cuando te invoco, Dios, defensor mío; 
tú que en el aprieto me diste anchura, 
ten piedad de mí y escucha mi oración. 

Y vosotros, ¿hasta cuándo ultrajaréis mi honor, 
amaréis la falsedad y buscaréis el engaño? 
Sabedlo: el Señor hizo milagros en mi favor, 
y el Señor me escuchará cuando lo invoque. 

Temblad y no pequéis, 
reflexionad en el silencio de vuestro lecho; 
ofreced sacrificios legítimos 
y confiad en el Señor. 

Hay muchos que dicen: "¿Quién nos hará ver la dicha, 
si la luz de tu rostro ha huido de nosotros?" 

Pero tú, Señor, has puesto en mi corazón más alegría 
que si abundara en trigo y en vino. 

En paz me acuesto y en seguida me duermo, 
porque tú sólo, Señor, me haces vivir tranquilo. 

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén. 

Antífona 1: Ten piedad de mí, Señor, y escucha mi oración.

Antífona 2: Durante la noche, bendecid al Señor.

SALMO 133
ORACIÓN VESPERTINA EN EL TEMPLO
Y ahora bendecid al Señor,
los siervos del Señor,
los que pasáis la noche
en la casa del Señor:

Levantad las manos hacia el santuario,
y bendecid al Señor.

El Señor te bendiga desde Sión:
el que hizo cielo y tierra.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 2: Durante la noche, bendecid al Señor.

LECTURA BREVE

Deuteronomio 6, 4-7
Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es solamente uno. Amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con toda el alma, con todas la fuerzas. Las palabras que hoy te digo quedarán en tu memoria, se las repetirás a tus hijos y hablarás de ellas estando en casa y yendo de camino, acostado y levantado.

RESPONSORIO BREVE

V. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.

V. Tú, el Dios leal, nos librarás.
R. Te encomiendo mi espíritu.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Antífona: Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz.

CANTICO DE SIMEÓN. LC 2, 29-32
CRISTO, LUZ DE LAS NACIONES Y GLORIA DE ISRAEL

Ahora, Señor, según tu promesa,
puedes dejar a tu siervo irse en paz,

porque mis ojos han visto a tu Salvador,
a quien has presentado ante todos los pueblos

luz para alumbrar a las naciones
y gloria de tu pueblo Israel.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona: Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz.

ORACIÓN

Guárdanos, Señor, durante esta noche y haz que mañana, ya al clarear el nuevo día, la celebración del domingo nos llene con la alegría de la resurrección de tu Hijo , que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

BENDICIÓN

V.El Señor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una santa muerte.
R.Amén.

ANTIFONA FINAL DE LA SANTISIMA VIRGEN

Se termina con una de las antífonas de la Santísima Virgen que se presentan a continuación, o con algún otro canto debidamente aprobado.

Bajo tu amparo nos acogemos
Madre del Redentor, virgen fecunda
Salve, Reina de los cielos
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra,
Dios te salve.

A ti llamamos los desterrados hijos de Eva,
a ti suspiramos, gimiendo y llorando,
en este valle de lágrimas.

Ea, pues Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos,
y después de este destierro muestranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.

¡Oh clemente, oh piadosa,
oh dulce Virgen María!




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7 de febrero de 2015



OFICIO DE LECTURA

SÁBADO DE LA SEMANA IV DEL TIEMPO ORDINARIO

Del sábado IV del Salterio
FERIA

INVOCACIÓN INICIAL

Si el Oficio de Lectura es la primera oración del día:

V. Señor, abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza.

Se añade el Salmo del Invitatorio con la siguiente antífona:

Antífona: Escuchemos la voz del Señor y entremos en su descanso.

[ver salmo]     [no ver salmo]



Si antes del Oficio de lectura se ha rezado ya alguna otra Hora:

V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

HIMNO

Se puede tomar de Laudes o de Vísperas, según el momento del día en que se rece el Oficio de lectura, o bien:

A caminar sin ti, Señor, no atino;
tu palabra de fuego es mi sendero;
me encontraste cansado y prisionero
del desierto, del cardo y del espino.

Descansa aquí conmigo del camino,
que en Emaús hay trigo en el granero,
hay un poco de vino y un alero
que cobije tu sueño, Peregrino.

Yo contigo, Señor, herido y ciego;
tú conmigo, Señor, enfebrecido,
el aire quieto, el corazón en fuego.
Y en diálogo sediento y torturado
se encontrarán en un solo latido,
cara a cara, tu amor y mi pecado. Amén.


SALMODIA

Antífona 1: El Señor convoca cielo y tierra, para juzgar a su pueblo.

SALMO 49 - I
EL VERDADERO CULTO A DIOS
El Dios de los dioses, el Señor, habla:
convoca la tierra de oriente a occidente.
Desde Sión, la hermosa, Dios resplandece:
viene nuestro Dios, y no callará.

Lo precede fuego voraz,
lo rodea tempestad violenta.
Desde lo alto convoca cielo y tierra
para juzgar a su pueblo:

Congregadme a mis fieles,
que sellaron mi pacto con un sacrificio.
Proclame el cielo su justicia;
Dios en persona va a juzgar.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 1: El Señor convoca cielo y tierra, para juzgar a su pueblo.

Antífona 2: Invócame el día del peligro y yo te libraré.

SALMO 49 - II
EL VERDADERO CULTO A DIOS
Escucha, pueblo mío, que voy a hablarte
Israel, voy a dar testimonio contra ti;
-yo Dios, tu Dios-.

No te reprocho tus sacrificios,
pues siempre están tus holocaustos ante mí.
Pero no aceptaré un becerro de tu casa,
ni un cabrito de tus rebaños;

pues las fieras de la selva son mías,
y hay miles de bestias en mis montes;
conozco todos los pájaros del cielo,
tengo a mano cuanto se agita en los campos.

Si tuviera hambre, no te lo diría;
pues el orbe y cuanto lo llena es mío.
¿Comeré yo carne de toros,
beberé sangre de cabritos?

Ofrece a Dios un sacrificio de alabanza,
cumple tus votos al Altísimo
e invócame el día del peligro:
yo te libraré, y tú me darás gloria.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 2: Invócame el día del peligro y yo te libraré.

Antífona 3: El sacrificio de acción de gracias me honra.

SALMO 49 - III
EL VERDADERO CULTO A DIOS
Dios dice al pecador:
¿por qué recitas mis preceptos
y tienes siempre en la boca mi alianza,
tú que detestas mi enseñanza
y te echas a la espalda mis mandatos?

Cuando ves un ladrón, corres con él;
te mezclas con los adúlteros;
sueltas tu lengua para el mal,
tu boca urde el engaño.

Te sientas a hablar contra tu hermano,
deshonras al hijo de tu madre;
esto haces, ¿y me voy a callar?
¿Crees que soy como tú?
Te acusaré, te lo echaré en cara.

Atención los que olvidáis a Dios,
no sea que os destroce sin remedio.

El que me ofrece acción de gracias,
ese me honra;
al que sigue buen camino
le haré ver la salvación de Dios.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 3: El sacrificio de acción de gracias me honra.

VERSÍCULO

V. No dejamos de orar y pedir por vosotros.
R. Que lleguéis al pleno conocimiento de la voluntad de Dios.

PRIMERA LECTURA

De la carta a los Romanos 16, 1-27
RECOMENDACIONES, SALUDOS Y DOXOLOGÍA

Hermanos: Os recomiendo a nuestra hermana Febe, que es también diaconisa de la Iglesia de Cencreas. Dadle cristiana hospitalidad, como conviene a los fieles; y asistidla en todo cuanto necesite de vosotros. Ella ha favorecido a muchos y también a mí en persona.

Saludos a Frisca y a Áquila, mis colaboradores en Cristo Jesús. A éstos, que, por salvar mi vida, expusieron su cabeza, no sólo yo les debo gratitud, sino conmigo todas las Iglesias convocadas de la gentilidad. Saludos también a la Iglesia que se congrega en su casa.

Mis saludos a mi amado Epéneto, primicias del Asia Menor para Cristo. Saludos a María, que tanto trabajo se tomó por vuestro bien. Mis saludos a Andrónico y a Junia, hermanos y compañeros míos de prisión, eminentes apóstoles y convertidos antes que yo a Cristo. Saludad a Ampliato, mi muy querido en el Señor. Saludad a Urbano, colaborador mío en Cristo, y a mi querido Estaquis. Saludad a Apeles, cristiano a toda prueba. Saludad a los de la casa de Aristóbulo.

Saludad a Herodión, hermano mío. Saludad a los fieles de la familia de Narciso. Saludad a Trifena y a Trifosa, que tanto han trabajado por el Señor. Saludad a la carísima Pérside, que tanto se ha afanado en el servicio del Señor. Saludad a Rufo, insigne discípulo, y a su madre, que lo es también mía. Saludad a Asíncrito, a Flegonte, a Hermes, a Patrobas, a Hermas, y a los hermanos que viven con ellos. Saludad a Filólogo y a Julia, a Nereo y a su hermana, y a Olimpia y a todos los fieles que viven con ellos. Saludaos unos a otros con el ósculo santo. Os saludan todas las Iglesias de Cristo.

Os recomiendo que estéis alerta por los que promueven discordias y escándalos en contra de la doctrina que habéis recibido. Apartaos de ellos. Esos tales no sirven a Cristo, Señor nuestro, sino a su vientre; y, con sus palabras de halago y lisonja, seducen los corazones de los incautos.

Vuestra sumisión al mensaje de salvación ha llegado a conocimiento de todos. Así que siento una gran alegría por vosotros. Pero quiero que seáis sabios para el bien y limpios de todo mal. El Dios de la paz aplastará pronto a Satanás bajo vuestros pies. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros.

Os envían saludos Timoteo, mi colaborador; y Lucio y Jasón y Sosípatro, hermanos míos. Os saludo en el Señor, también yo, Tercio, que escribo esta carta. Os envía saludos Cayo, que me hospeda a mí y a toda la Iglesia. Os saluda Erasto, el administrador de la ciudad, y el hermano Cuarto.

Al que tiene poder para confirmar vuestra fe en el espíritu de mi mensaje de salvación y de la doctrina predicada sobre Jesucristo, en el espíritu del misterio revelado, mantenido en el silencio sin fin de los siglos, pero manifestado ahora, y, mediante el testimonio de los profetas por disposición del Dios eterno, dado a conocer a todos los gentiles en orden a su sumisión a la fe: a Dios, al único sabio, sea por Jesucristo la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

RESPONSORIO


R. Quiero que seáis sabios para el bien y limpios de todo mal. * El Dios de la paz aplastará pronto a Satanás bajo vuestros pies.
V. Revestíos de la armadura de Dios, para poder resistir a las asechanzas del demonio.
R. El Dios de la paz aplastará pronto a Satanás bajo vuestros pies.

SEGUNDA LECTURA

De la Constitución pastoral Gaudium et spes, sobre la Iglesia en el mundo actual, del Concilio Vaticano segundo (Núms. 35-36)
LA ACTIVIDAD HUMANA

La actividad humana, así como procede del hombre, así también se ordena al hombre, pues éste, con su actuación, no sólo transforma las cosas y la sociedad, sino que también se perfecciona a sí mismo. Aprende mucho, cultiva sus facultades, se supera y se trasciende. Un desarrollo de este género, bien entendido, es de más alto valor que las riquezas exteriores que puedan recogerse. Más vale el hombre por lo que es que por lo que tiene.

De igual manera, todo lo que el hombre hace para conseguir una mayor justicia, una más extensa fraternidad, un orden más humano en sus relaciones sociales vale más que el progreso técnico. Porque éste puede ciertamente suministrar, como si dijéramos, el material para la promoción humana, pero no es capaz de hacer por sí solo que esa promoción se convierta en realidad.

De ahí que la norma de la actividad humana es la siguiente: que, según el designio y la voluntad divina, responda al auténtico bien del género humano y constituya para el hombre, individual y socialmente considerado, un enriquecimiento y realización de su entera vocación.

Sin embargo, muchos de nuestros contemporáneos parecen temer que una más estrecha vinculación entre la actividad humana y la religión sea un obstáculo a la autonomía del hombre, de las sociedades o de la ciencia. Si por autonomía de lo terreno entendemos que las cosas y las sociedades tienen sus propias leyes y su propio valor, y que el hombre debe irlas conociendo, empleando y sistematizando paulatinamente, es absolutamente legítima esta exigencia de autonomía, que no sólo reclaman los hombres de nuestro tiempo, sino que responde además a la voluntad del Creador. Pues, por el hecho mismo de la creación, todas las cosas están dotadas de una propia consistencia, verdad y bondad, de propias leyes y orden, que el hombre está obligado a respetar, reconociendo el método propio de cada una de las ciencias o artes.

Por esto, hay que lamentar ciertas actitudes que a veces se han manifestado entre los mismos cristianos, por no haber entendido suficientemente la legítima autonomía de la ciencia, actitudes que, por las contiendas y controversias que de ellas surgían, indujeron a muchos a pensar que existía una oposición entre la fe y la ciencia.

Pero, si la expresión "autonomía de las cosas temporales" se entiende en el sentido de que la realidad creada no depende de Dios y de que el hombre puede disponer de todo sin referirlo al Creador, todo aquel que admita la existencia de Dios se dará cuenta de cuán equivocado sea este modo de pensar. La criatura, en efecto, no tiene razón de ser sin su Creador.

RESPONSORIO


R. Dios te ha bendecido en todas tus empresas, ha protegido tu marcha a través de un gran desierto, * y te ha acompañado sin que te haya faltado nada.
V. Te ha educado como un padre educa a su hijo.
R. Y te ha acompañado sin que te haya faltado nada.


ORACIÓN


Dios todopoderoso, de quien dimana la bondad y hermosura de todo lo creado; has que comencemos este día con ánimo alegre, y que realicemos nuestras obras movidos por el amor a ti y a los hermanos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.


CONCLUSIÓN


V. Bendigamos al Señor.
R. Demos gracias a Dios.