LAUDES - VISPERAS - COMPLETAS - OFICIO DE LECTURA
LAUDES - VISPERAS - COMPLETAS - OFICIO DE LECTURA
5 de diciembre de 2014VÍSPERASVIERNES DE LA SEMANA I DE ADVIENTODel viernes I del SalterioFERIA INVOCACIÓN INICIAL V. Dios mío, ven en mi auxilio. R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya HIMNO Yo soy la Raíz y el Hijo de David, la Estrella radiante de la mañana. El Espíritu y la Esposa dicen: "¡Ven, Señor!" Quien lo oiga, diga: "¡Ven, Señor!" Quien tenga sed, que venga; quien lo desee, que tome el don del agua de la vida. Sí, yo vengo pronto. ¡Amén! ¡Ven, Señor, Jesús! SALMODIA Antífona 1: Sáname, Señor, porque he pecado contra ti. SALMO 40 ORACIÓN DE UN ENFERMO Dichoso el que cuida del pobre y desvalido; en el día aciago lo pondrá a salvo el Señor. El Señor lo guarda y lo conserva en vida, para que sea dichoso en la tierra, y no lo entrega a la saña de sus enemigos. El Señor lo sostendrá en el lecho del dolor, calmará los dolores de su enfermedad. Yo dije: «Señor, ten misericordia, sáname, porque he pecado contra ti.» Mis enemigos me desean lo peor: «A ver si se muere, y se acaba su apellido.» El que viene a verme habla con fingimiento, disimula su mala intención, y, cuando sale afuera, la dice. Mis adversarios se reúnen a murmurar contra mí, hacen cálculos siniestros: «Padece un mal sin remedio, se acostó para no levantarse.» Incluso mi amigo, de quien yo me fiaba, que compartía mi pan, es el primero en traicionarme. Pero tú, Señor, apiádate de mí, haz que pueda levantarme, para que yo les dé su merecido. En esto conozco que me amas: en que mi enemigo no triunfa de mí. A mí, en cambio, me conservas la salud, me mantienes siempre en tu presencia. Bendito el Señor, Dios de Israel, ahora y por siempre. Amén, amén. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Antífona 1: Sáname, Señor, porque he pecado contra ti. Antífona 2: El Señor de los ejércitos está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob. SALMO 45 DIOS, REFUGIO Y FORTALEZA DE SU PUEBLO Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza, poderoso defensor en el peligro. Por eso no tememos aunque tiemble la tierra, y los montes se desplomen en el mar. Que hiervan y bramen sus olas, que sacudan a los montes con su furia: El Señor de los ejércitos está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob. El correr de las acequias alegra la ciudad de Dios, el Altísimo consagra su morada. Teniendo a Dios en medio, no vacila; Dios la socorre al despuntar la aurora. Los pueblos se amotinan, los reyes se rebelan; pero él lanza su trueno, y se tambalea la tierra. El Señor de los ejércitos está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob. Venid a ver las obras del Señor, las maravillas que hace en la tierra: Pone fin a la guerra hasta el extremo del orbe, rompe los arcos, quiebra las lanzas, prende fuego a los escudos. «Rendíos, reconoced que yo soy Dios: más alto que los pueblos, más alto que la tierra.» El Señor de los ejércitos está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Antífona 1: Sáname, Señor, porque he pecado contra ti. Antífona 3: Vendrán todas las naciones y se postrarán en tu acatamiento, Señor. CÁNTICO: APOCALIPSIS 15,3-4 CANTO DE LOS VENCEDORES Grandes y maravillosas son tus obras Señor, Dios omnipotente, justos y verdaderos tus caminos, ¡oh Rey de los siglos! ¿Quién no temerá, Señor, y glorificará tu nombre? Porque tú solo eres santo, porque vendrán todas las naciones y se postrarán en tu acatamiento, porque tus juicios se hicieron manifiestos. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Antífona 3: Vendrán todas las naciones y se postrarán en tu acatamiento, Señor. LECTURA BREVE 2 Pedro 3, 8b-9 Para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. No es tardo el Señor en el cumplimiento de sus promesas, como algunos piensan. Lo que hace es aguardaros pacientemente, porque no quiere que nadie perezca, sino que todos vengáis a arrepentiros. RESPONSORIO BREVE V. Ven a salvarnos, Señor Dios de los ejércitos. R. Ven a salvarnos, Señor Dios de los ejércitos. V. Que brille tu rostro y nos salve. R. Señor Dios de los ejércitos. V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R. Ven a salvarnos, Señor Dios de los ejércitos. CÁNTICO EVANGÉLICO Antífona: Yo desde Egipto llamé a mi Hijo: vendrá y salvará a su pueblo. LUCAS 1, 46-55 CÁNTICO DE MARÍA. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia como lo había prometido a nuestros padres en favor de Abrahán y su descendencia por siempre. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Antífona: Yo desde Egipto llamé a mi Hijo: vendrá y salvará a su pueblo. PRECES Invoquemos confiados a Cristo, pastor y guardián de nuestras vidas, y digámosle: Favorécenos, Señor, por tu bondad. Buen Pastor del rebaño de Dios, — ven a reunir a todos los hombres en tu Iglesia. Ayuda, Señor, a los pastores de tu pueblo peregrino, — para que apacienten sin desfallecer a tu grey hasta que vuelvas. Escoge de entre nosotros pregoneros de tu palabra, — para que anuncien tu Evangelio hasta los confines del mundo. Ten compasión de los que en su trabajo desfallecen a mitad del camino, — haz que encuentren un amigo que los levante. Se pueden añadir algunas intenciones libres. Muestra tu gloria en el gozo de tu reino, — a los que en este destierro escucharon tu voz. Digamos con Jesús a nuestro Padre del cielo la oración de los hijos de Dios: Padre nuestro que estás en los cielos santificado sea tu nombre venga a nosotros tu reino hagase tu voluntad asi en la tierra como en el cielo el pan nuestro de cada día danoslo hoy y perdonanos nuestras deudas así como nosotros perdonamos a nuestros deudores y no nos dejes caer en la tentación mas líbranos del mal. ORACIÓN Muestra, Señor, tu poder y ven a nosotros, para que por tu protección nos veamos libre de los peligros que nos amenazan a causa de nuestros pecados. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén CONCLUSIÓN V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R. Amén. |
LAUDES - VISPERAS - COMPLETAS - OFICIO DE LECTURA
5 de diciembre de 2014COMPLETASORACIÓN ANTES DEL DESCANSO NOCTURNO EN EL VIERNES DE LA SEMANA I DEL TIEMPO ADVIENTOINVOCACIÓN INICIALV. Dios mío, ven en mi auxilio. R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya EXAMEN DE CONCIENCIA Hermanos, habiendo llegado al final de esta jornada que Dios nos ha concedido, reconozcamos sinceramente nuestros pecados. Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante vosotros, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión: por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a vosotros, hermanos, que intercedáis por mí ante Dios, nuestro Señor. V. El Señor todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. R. Amén. HIMNO Cuando acabamos el día te suplicamos, Señor, nos hagas de centinela y otorgues tu protección. Que te sintamos: contigo sueñe nuestro corazón para cantar tus loores de nuevo al salir el sol. Danos vida saludable, alienta nuestro calor, tu claridad ilumine la oscuridad que llegó. Dánoslo, Padre piadoso, por Jesucristo, el Señor, que reina con el Espíritu Santo vivificador. Amén. SALMODIA Antífona 1: Señor, Dios mío, de día te pido auxilio, de noche grito en tu presencia. SALMO 87 ORACIÓN DE UN HOMBRE GRAVEMENTE ENFERMO Señor, Dios mío, de día te pido auxilio, de noche grito en tu presencia; llegue hasta ti mi súplica, inclina tu oido a mi clamor. Porque mi alma está colmada de desdichas, y mi vida está al borde del abismo; ya me cuentan con los que bajan a la fosa, soy como un inválido. Tengo mi cama entre los muertos, como los caídos que yacen en el sepulcro, de los cuales ya no guardas memoria, porque fueron arrancados de tu mano. Me has colocado en lo hondo de la fosa, en las tinieblas del fondo; tu cólera pesa sobre mí, me echas encima todas tus olas. Has alejado de mí a mis conocidos, me has hecho repugnante para ellos: encerrado, no puedo salir, y los ojos se me nublan de pesar. Todo el día te estoy invocando, tendiendo las manos hacia ti. ¿Harás tú maravillas por los muertos? ¿Se alzarán las sombras para darte gracias? ¿Se anuncia en el sepulcro tu misericordia, o tu fidelidad en el reino de la muerte? ¿Se conocen tus maravillas en la tiniebla o tu justicia en el país del olvido? Pero yo te pido auxilio, por la mañana irá a tu encuentro mi súplica ¿Por qué, Señor, me rechazas y me escondes tu rostro? Desde niño fui desgraciado y enfermo, me doblo bajo el peso de tus terrores, pasó sobre mí tu incendio, tus espantos me han consumido: me rodean como las aguas todo el día, me envuelven todos a una; alejaste de mí amigos y compañeros: mi compañía son las tinieblas. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Antífona 1: Señor, Dios mío, de día te pido auxilio, de noche grito en tu presencia. LECTURA BREVE Jeremías 14, 9 Tú estás en medio de nosotros, Señor; tu nombre ha sido invocado sobre nosotros: no nos abandones, Señor, Dios nuestro. RESPONSORIO BREVE V. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. V. Tú, el Dios leal, nos librarás. R. Te encomiendo mi espíritu. V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. CÁNTICO EVANGÉLICO Antífona: Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz. CANTICO DE SIMEÓN. LC 2, 29-32 CRISTO, LUZ DE LAS NACIONES Y GLORIA DE ISRAEL Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz, porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Antífona: Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz. ORACIÓN Señor, Dios todopoderoso: ya que con nuestro descanso vamos a imitar a tu Hijo que reposó en el sepulcro, te pedimos que, al levantarnos mañana, le imitemos también resucitando a una vida nueva. Por Jesucristo, nuestro Señor. BENDICIÓN V.El Señor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una santa muerte. R.Amén. ANTIFONA FINAL DE LA SANTISIMA VIRGEN Se termina con una de las antífonas de la Santísima Virgen que se presentan a continuación, o con algún otro canto debidamente aprobado. Bajo tu amparo nos acogemos Madre del Redentor, virgen fecunda Salve, Reina de los cielos Dios te salve, Reina y Madre de misericordia Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva, a ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos, y después de este destierro muestranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María! |
LAUDES - VISPERAS - COMPLETAS - OFICIO DE LECTURA
5 de diciembre de 2014OFICIO DE LECTURAVIERNES DE LA SEMANA I DE ADVIENTODel viernes I del SalterioFERIA INVOCACIÓN INICIAL Si el Oficio de Lectura es la primera oración del día:
V. Señor, abre mis labios R. Y mi boca proclamará tu alabanza. Se añade el Salmo del Invitatorio con la siguiente antífona: Antífona: Al Rey que viene, al Señor que se acerca, venid, adorémosle. [ver salmo] [no ver salmo] Si antes del Oficio de lectura se ha rezado ya alguna otra Hora: V. Dios mío, ven en mi auxilio R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya. HIMNO Se puede tomar de Laudes o de Vísperas, según el momento del día en que se rece el Oficio de lectura, o bien: Verbo que del cielo bajas, Luz del Padre que, naciendo, socorres al mundo mísero con el correr de los tiempos: Ilumina el corazón, quema de amor nuestro pecho, y borren tus enseñanzas tantos deslices y yerros, para que, cuando regreses como juez de nuestros hechos, castigues el mal oculto y corones a los buenos. Que la maldad no nos lance por nuestras culpas al fuego, mas felices moradores nos veamos en tu reino. A Dios Padre y a su Hijo gloria y honor tributemos, y al Espíritu Paráclito, por los siglos sempiternos. Amén. SALMODIA Antífona 1: Levántate, Señor, y ven en mi auxilio.SALMO 34 - I SÚPLICA CONTRA LOS PERSEGUIDORES INJUSTOS Pelea, Señor, contra los que me atacan, guerrea contra los que me hacen guerra; empuña el escudo y la adarga, levántate y ven en mi auxilio; di a mi alma: yo soy tu victoria. Y yo me alegraré con el Señor, gozando de su victoria; todo mi ser proclamará: Señor, ¿quién como tú, que defiendes al débil del poderoso, al pobre y humilde del explotador?. Se presentaban testigos violentos: me acusaban de cosas que ni sabía, me pagaban mal por bien, dejándome desamparado. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Antífona 1: Levántate, Señor, y ven en mi auxilio. Antífona 2: Juzga, Señor, y defiende mi causa, tú que eres poderoso. SALMO 34 - II SÚPLICA CONTRA LOS PERSEGUIDORES INJUSTOS Yo, en cambio, cuando estaban enfermos, me vestía de saco, me mortificaba con ayunos y desde dentro repetía mi oración. Como por un amigo o por un hermano, andaba triste; cabizbajo y sombrío, como quien llora a su madre. Pero, cuando yo tropecé, se alegraron, se juntaron contra mí y me golpearon por sorpresa; me laceraban sin cesar. Cruelmente se burlaban de mí, rechinando los dientes de odio. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Antífona 2: Juzga, Señor, y defiende mi causa, tú que eres poderoso. Antífona 3: Mi lengua anunciará tu justicia, todos los días te alabaré, Señor. SALMO 34 - III SÚPLICA CONTRA LOS PERSEGUIDORES INJUSTOS Señor, ¿cuándo vas a mirarlo? Defiende mi vida de los que rugen, mi único bien, de los leones, y te daré gracias en la gran asamblea, te alabaré entre la multitud del pueblo. Que no canten victoria mis enemigos traidores, que no hagan guiños a mi costa los que me odian sin razón. Señor, tú lo has visto, no te calles, Señor, no te quedes a distancia; despierta, levántate, Dios mío, Señor mío, defiende mi causa. Que canten y se alegren los que desean mi victoria, que repitan siempre: "Grande es el Señor" los que desean la paz a tu siervo. Mi lengua anunciará tu justicia, todos los días te alabaré. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Antífona 3: Mi lengua anunciará tu justicia, todos los días te alabaré, Señor. VERSÍCULO V. Derrama, Señor, tu misericordia sobre nosotros. R. Danos tu salvación, según tu promesa. PRIMERA LECTURA Del libro del profeta Isaías 19, 16-25 FUTURA CONVERSIÓN DE EGIPTO Y ASIRIA Aquel día será Egipto como las mujeres. Temblará y se espantará cada vez que el Señor de los ejércitos menee su mano contra él. El territorio de Judá será la afrenta de Egipto: cada vez que se lo mienten, se espantará ante los planes que el Señor de los ejércitos está trazando contra él. Aquel día habrá cinco ciudades en tierra de Egipto que hablarán la lengua de Canaán y que jurarán por el Señor de los ejércitos: Ciudad del sol se llamará una de ellas. Aquel día habrá un altar del Señor en medio del país de Egipto y una estela del Señor junto a su frontera. Estará como señal y testimonio del Señor de los ejércitos en el país de Egipto. Cuando clamen al Señor a causa de los opresores, les enviará un libertador que los defenderá y librará. Será conocido el Señor de Egipto, y conocerá Egipto al Señor aquel día, le servirán con sacrificio y ofrenda, harán votos al Señor y los cumplirán. El Señor herirá a Egipto, pero al punto le curará. Se convertirán al Señor, y él será propicio y los curará. Aquel día habrá una calzada desde Egipto a Asiria. Vendrá Asiria a Egipto y Egipto a Asiria, y Egipto servirá a Asiria. Aquel día será Israel mediador con Egipto y Asiria, objeto de bendición en medio de la tierra, pues le bendecirá el Señor de los ejércitos diciendo: «Bendito sea mi pueblo Egipto, la obra de mis manos Asiria, y mi heredad Israel.» RESPONSORIO R. Aquél día, Egipto reconocerá al Señor, * y le ofrecerá sacrificios y ofrendas. V. Y vendrán del oriente y del occidente, del norte y del sur, y se pondrán a la mesa en el reino de Dios. R. Y le ofrecerá sacrificios y ofrendas. SEGUNDA LECTURA Del libro Proslógion de san Anselmo, obispo (Cap. 1: Opera omnia, edición Schmitt, Seckau [Austria] 1938,1, 97-100) EL DESEO DE CONTEMPLAR A DIOS Ea, hombrecillo, deja un momento tus ocupaciones habituales; entra un instante en ti mismo, lejos del tumulto de tus pensamientos. Arroja fuera de ti las preocupaciones agobiantes; aparta de ti tus inquietudes trabajosas. Dedícate algún rato a Dios y descansa siquiera un momento en su presencia. Entra en el aposento de tu alma; excluye todo, excepto Dios y lo que pueda ayudarte para buscarle; y así, cerradas todas las puertas, ve en pos de él. Di, pues, alma mía, di a Dios: «Busco tu rostro; Señor, anhelo ver tu rostro». Y ahora, Señor, mi Dios, enseña a mi corazón dónde y cómo buscarte, dónde y cómo encontrarte. Señor, si no estás aquí, ¿dónde te buscaré, estando ausente? Si estás por doquier, ¿cómo no descubro tu presencia? Cierto es que habitas en una claridad inaccesible. Pero ¿dónde se halla esa inaccesible claridad?, ¿cómo me acercaré a ella? ¿Quién me conducirá hasta ahí para verte en ella? Y luego, ¿con qué señales, bajo qué rasgo te buscaré? Nunca jamás te vi, Señor, Dios mío; no conozco tu rostro. ¿Qué hará, altísimo Señor, éste tu desterrado tan lejos de ti? ¿Qué hará tu servidor, ansioso de tu amor, y tan lejos de tu rostro? Anhela verte, y tu rostro está muy lejos de él. Desea acercarse a ti, y tu morada es inaccesible. Arde en el deseo de encontrarte, e ignora dónde vives. No suspira más que por ti, y jamás ha visto tu rostro. Señor, tú eres mi Dios, mi dueño, y con todo, nunca te vi. Tú me has creado y renovado, me has concedido todos los bienes que poseo, y aún no te conozco. Me creaste, en fin, para verte, y todavía nada he hecho de aquello para lo que fui creado. Entonces, Señor, ¿hasta cuándo? ¿Hasta cuándo te olvidarás de nosotros, apartando de nosotros tu rostro? ¿Cuándo, por fin, nos mirarás y escucharás? ¿Cuándo llenarás de luz nuestros ojos y nos mostrarás tu rostro? ¿Cuándo volverás a nosotros? Míranos, Señor; escúchanos, ilumínanos, muéstrate a nosotros. Manifiéstanos de nuevo tu presencia para que todo nos vaya bien; sin eso todo será malo. Ten piedad de nuestros trabajos y esfuerzos para llegar a ti, porque sin ti nada podemos. Enséñame a buscarte y muéstrate a quien te busca; porque no puedo ir en tu busca a menos que tú me enseñes, y no puedo encontrarte si tú no te manifiestas. Deseando te buscaré, buscando te desearé, amando te hallaré y hallándote te amaré. RESPONSORIO R. No nos alejaremos de ti, Señor; danos vida, para que invoquemos tu nombre: * Que brille tu rostro sobre nosotros y nos salve. V. Acuérdate de nosotros por amor a tu pueblo, visítanos con tu salvación. R. Que brille tu rostro sobre nosotros y nos salve. ORACIÓN Señor, despierta en tus fieles el deseo de prepararse a la venida de Cristo por la práctica de las buenas obras, para que, colocados un día a su derecha, merezcan poseer el reino celestial. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén. CONCLUSIÓN V. Bendigamos al Señor. R. Demos gracias a Dios. |